Yoga Terapéutico

El Yoga Terapéutico está basado en el  
conocimiento profundo de la anatomía y 
fisiología del cuerpo humano, para adaptar la 
práctica en función de las características 
biomecánicas y patológicas del practicante 
con el objetivo de equilibrar nuestro físico de 
manera individualizada. 
El Yoga Terapéutico trata nuestras dolencias 
sobre todo a través de un desarrollo de una 
conciencia despierta y se apoya en la filosofía 
que el cuerpo tiene abundantes recursos y 
está plenamente dotado de la capacidad de 
autorregulación y autoequilibrio. 
En las clases de Yoga Terapéutico no 
pretendemos reforzar lo que ya pensamos 
sobre nosotros mismos y nuestra dolencia; 
sino buscamos una manera nueva de 
explorarnos y tratarla. Confiamos plenamente 
en la inteligencia del cuerpo para encontrar 
su propio equilibrio y fuerza. 
Establecemos una dinámica de confianza con 
nuestro cuerpo, sin caer en la pasividad ni 
relegando toda la responsabilidad de la 
curación al terapeuta, como normalmente 
hacemos, sino tomando física y mentalmente 
un papel activo, protagonista, en el viaje hacia 
la curación. Dándonos cuenta de que nuestra 
salud depende de nosotros mismos, de 
nuestros hábitos diarios tales como postura 
corporal, dieta, vida social y relación con el
estrés mental, etc., tomamos plena 
responsabilidad en el proceso de curación. 
Entendemos que no podemos seguir con las 
mismas tendencias y hábitos y esperar a que 
el dolor desaparezca de forma mágica. Para 
que ocurra un verdadero cambio, tenemos 
que ver al cuerpo como un organismo unido e 
interrelacionado, donde nuestros 
pensamientos, palabras y acciones juegan un 
papel crucial en nuestro bienestar



T. Krishnamacharya es reconocido como el más influyente yogui de los tiempos modernos. En su vida de más de cien años, sus enseñanzas han inspirado a miles de practicantes en todo el mundo. A través de sus alumnos, Indra Devi, BKS Iyengar, Pattabhi Jois y T.K.V. Desikachar, este maestro de maestros ha ayudado a la comprensión y práctica del Yoga en todo el mundo. Recibio las primeras intrucciones sobre yoga de su padre cuando aun era muy pequeño y eso fue suficiente para despertar una profunda sed de busqueda en el, que finalmente lo llevo hasta el Tibet donde permanecio con su maestro por siete años. A su regreso a la India comenzo su enorme esfuerzo para revitalizar la tradición del yoga, que se encontraba perdida. En su honor su hijo y alumno TKV Desikachar fundo el Krisnamacharya Yoga Mandiram.